Deus ibi est.


Deus ibi est
Ubi caritas et amor, Deus ibi est. Aunque lo parezca, no voy a hablarles de la Iglesia y del IBI. Al menos, no por el momento. Lo haré después de traducir la cita latina, para evitar confusión en aquellos que no manejen nuestra lengua madre. La popular antífona nos recuerda que “donde hay caridad y amor, allí está Dios”. En efecto, ese “ibi” nada tiene que ver con el Impuesto de Bienes Inmuebles. En aquel caso, significa “allí”. Cada persona creyente que esté leyendo ahora este artículo puede ponerle distintos nombres y rostros cálidos al frío pronombre de lugar. Mientras los evocan, yo les propongo tres por los que he transitado.
Encontré caridad y amor en la Catedral de Santiago de Compostela cada vez que crucé el Pórtico de la Gloria, con la mochila al hombro y más de 500 kilómetros acumulados en las piernas y en el corazón. Los encuentro en la Eucaristía, a la que conmigo acuden en España más de un millón de personas cada día y cerca de diez millones cada fin de semana. Y los encuentro, también, en el despacho de Caritas parroquial donde a diario hacen fila, cada vez más gruesa por desgracia, miles de personas a las que se asiste en las más variadas y primarias necesidades. ¿Deberían pagar el IBI la Catedral de Santiago, el templo de mi parroquia y su despacho de Cáritas?, ¿no debería pagarlo la Iglesia católica, como hace todo hijo de vecino? –repiten a coro ciertas voces en calculada orquestación que coincide con lo más crudo de los recortes y la crisis que padecemos-.
El primer bulo que hay que desmentir es que “todo hijo de vecino” paga el IBI. No lo pagan, por ejemplo, los partidos políticos, los sindicatos, los locales de la Cruz Roja, las fundaciones, los consulados, las federaciones deportivas, las embajadas, los terrenos de la RENFE, los inmuebles destinados a usos religiosos de las comunidades hebreas, los musulmanes, los evangélicos y otras muchas instituciones en virtud de la Ley 49/2002, denominada “Ley de mecenazgo”. Con todas ellas, la Iglesia comparte el régimen fiscal especial que se concede a entidades sin fines lucrativos, como puede verse en el Título II de la citada Ley.
La legítima pregunta que cabe hacerse es ¿entonces por qué tanta gente piensa que se trata de un privilegio de la Iglesia? ¿Por qué no se cuestiona que deben pagar el IBI, por poner tres ejemplos: UGT, la Federación Española de Fútbol o las mezquitas construidas en España? La manipulación de la opinión pública, que cala como lluvia fina, lleva a creer a mucha gente que la Iglesia católica es la única que no paga el IBI y que además no paga ninguna clase de impuestos. Los estrambóticos casos que han ido surgiendo en los últimos días como noticias con cuentagotas desde diferentes ayuntamientos, han querido hacer pasar por novedad algo que en realidad no lo era. La Iglesia ya pagaba el IBI de locales no destinados a un uso religioso (como puede ser por ejemplo un garaje, una floristería o la tienda de dulces de un convento) y, de igual manera, ya pagaba las tasas municipales, sobre las que no existe ningún tipo de exención fiscal. Es fácil de entender: por ley, y no como privilegio, sino como exención fiscal compartida con muchas otras instituciones, no se paga el IBI por la Catedral de Burgos, como no lo pagan tampoco por el Museo del Prado, pero se pagan tasas que nada tienen que ver con el mencionado impuesto, como por ejemplo las de basura o las correspondientes al vado de una cochera.
En la misma línea que busca el descrédito general de la Iglesia, se intenta hacer creer que el IBI eclesial supone un porcentaje altísimo sobre el IBI que goza de exención. Sirva como ejemplo para desmentirlo el hecho de que en Madrid, donde están exentos del pago del IBI edificios como el de la SGAE o el del Hotel Palace, podrían recaudarse 109 millones de euros si no existiera exención alguna. Solo el 5% correspondería a la Iglesia católica. Algunos ayuntamientos están contribuyendo a esta ceremonia de la confusión. Saben bien que no está en su mano cobrar el IBI, salvo en los casos excepcionales que hemos citado. Saben que si envían el recibo de un edificio exento por ley, lo más probable es que se lo devuelvan. Y saben también que pueden seguir enviando a las parroquias a todas las personas desesperadas que ellos no atienden “por falta de presupuesto”, porque en este caso, no se devolverá a nadie y se acogerá a todos, sin pedir el dni ni la partida de bautismo.
Por eso, conviene recordar que a los argumentos legales expuestos, cabe sumar poderosas razones morales. Parece lógico que se incentive y que se estimule – también fiscalmente- el trabajo de aquellos que contribuyen con su labor a la configuración de una sociedad mejor. Así se hace en muchos casos. La Iglesia ni tiene ni quiere tener privilegios, pero tampoco ser discriminada. Desgastar la imagen pública de una de las instituciones que más está haciendo por la gente que peor lo está pasando en la crisis, solo puede responder a intereses que nada tienen que ver con el bien común. Afortunadamente, esa piel social que es la opinión pública (y la opinión publicada en los medios) no siempre va de la mano con los datos reales. Cada vez más gente, llama a las puertas de la Iglesia, pero también, gracias a Dios, cada vez son más los que ayudan a sostener esa puerta, a pintarla, a arreglar las cerraduras y a mantenerla abierta.
Hay, por último, quien reconociendo que la Iglesia tiene razón, no estaría de más que en este caso hiciera un gesto, si se quiere simbólico, y que renunciara voluntariamente a la exención del IBI. No se debe olvidar en este punto que la Iglesia ya está haciendo gestos reales todos los días, que conoce lo que es apretarse el cinturón porque acompaña el caminar de los que sufren. Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas están dando ejemplo de generosidad y entrega. Algunos, para animar a muchos, lo han anunciado y se han rebajado considerablemente su ya de por sí exiguo sueldo. Otros, lo han hecho pero han preferido no darlo a conocer. Todos, en cualquier caso, son conscientes de las dificultades gravísimas, no solo materiales, por las que está pasando muchas personas en estos momentos. ¿A qué viene rasgarse las vestiduras, desde fuera, cuando se escucha que si se contara con menos recursos la actividad de la Iglesia podría verse mermada? Que pregunten en esos comedores sociales donde ya se está dando un único plato de comida, porque si siguen dando dos, no llega para todos.
Allí, donde hay caridad y amor. La Iglesia ya estaba allí antes de la crisis, antes del IBI y mucho antes de que el IBI se llamara Contribución Territorial Urbana. Ya estaba allí y en esos mismos lugares va a seguir estando, al lado de los nuevos pobres cuando volvamos a ser nuevos ricos.
Cuantos pertenecemos y amamos a la Iglesia, y todos aquellos de buena voluntad que quieran arrimar el hombro, vamos a seguir construyendo el edificio común. Quienes nos difaman, saben – porque ellos mismos lo experimentan– que responderemos al mal con el bien. Esa que muchos creen nuestra debilidad, es justamente nuestra fortaleza.

Isidro Catela Marcos
Director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española
Fuente: Diario El Mundo
“Ecclesia digital”

Misa de Hermandad.


El Evangelio del domingo.


El Evangelio del domingo.
Solemnidad de Pentecostés.
Domingo 27 de mayo de 2012

Evangelio según san Juan 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros.»
Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
- «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

Comentario:

En la primera lectura se nos relata la venida del Espíritu Santo sobre los reunidos, presididos, según la Tradición por la Virgen: “Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería. (Hch 2,1 ss). Hecho formidable, hecho sorprendente. Lo que ha sucedido ahí continúa sucediendo en la actualidad: el Espíritu Santo desde el bautismo se hace presente en el alma del nuevo cristiano para introducirlo en el amor entre Dios Padre y Dios Hijo; ese es el Espíritu Santo y no lo abandonará, el es nuestro gozo y nuestra seguridad: nunca abandona al hombre. Por esa participación en el amor divino el hombre es transformado. En el sacramento de la Confirmación se fortalece el cristiano para ser testigo de las maravillas de Dios en el mundo.
El Espíritu Santo nos regala sus dones: don de sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios, que siempre podemos conocer mejor, y además produce en quienes le aceptan frutos formidables: fe, caridad, gozo, paz, paciencia, mansedumbre, bondad, benignidad, perseverancia, modestia, templanza, castidad…  Vale la pena también ahondar en quien es la Tercera persona de la Santísima Trinidad  para darle gracias por su constante entrega a nuestra vida.
El Espíritu Santo es el Don de Jesucristo: “Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.» Este don es para que continuemos la obra salvadora de Jesús. A eso hemos sido enviados. Nuestra misión es anunciar la salvación, decir a todos que la santidad es posible y que es lo que da la felicidad y el sentido a la vida del hombre.
Encontrar la salvación es permanecer en el camino de la santidad saliendo del pecado, por eso inmediatamente nos dice Jesús: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» Hasta que no entendamos la necesidad del sacramento de la Penitencia, no habremos comprendido que es lo que Jesús nos ha conseguido con su pasión, muerte y resurrección.
María, Esposa de Dios, Espíritu Santo nos enseña a tratarlo y a permanecer en él.

Manuel Gordillo Cañas
Párroco de San Roque – Sevilla

Nuestra Cruz de Mayo.

¡PORQUE POR TU SANTA CRUZ
REDIMISTE AL MUNDO!

Vigilia Diocesana de Pentecostés.


VIGILIA DIOCESANA DE PENTECOSTES
“APOSTOLES PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN”
26 de mayo de 2012 


Un nuevo año nos disponemos a preparar, en este tiempo de Pascua, la venida del Espíritu Santo, Pentecostés. Como en los últimos años los movimientos, asociaciones, hermandades, comunidades y grupos de laicos de nuestra Archidiócesis nos dispondremos a vivir este momento de gracia junto a nuestro Arzobispo e invitamos a toda la comunidad cristiana a vivirlo con nosotros. 

Así, celebraremos el próximo sábado 26 de mayo  en la S.I. Catedral, a partir de la 20.00 horas, la Vigilia Diocesana de Pentecostés. La Santa Misa estará presidida por S.E.R.D. Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla. Ruego hagáis participes a las personas y grupos que colaboran con vosotros de la celebración de esta Vigilia donde viviremos juntos una nueva venida del Espíritu Santo sobre la Iglesia de Sevilla.  

El Sr. Arzobispo dentro de la liturgia realizará varios gestos: El primero de hondo significado eclesial, a la Cruz de la Nueva Evangelización, que ya cuenta con una reliquia de Santa Ángela de la Cruz,  le serán incorporadas las reliquias del Beato Marcelo Spínola, del Beato Manuel Gonzalez, de la Beata Victoria Díaz y de la Beata Madre María de la Purísima, dos obispo, una laica mártir y una religiosa, todos ellos signo perenne de santidad en nuestra Iglesia Diocesana. 

A los movimientos y asociaciones se unirán doce parroquias de nuestra Archidiócesis dos por cada Vicaría (P. Ntra.Sra.de Consolación –Osuna, P. Santa María – Ecija, P.Ntra Sra. de la Asunción –Lora del Rio, P. Purísima Concepción –Brenes, P. del Ave María y San Luis – Dos Hermanas, P. de Santa María Magdalena –Arahal, P. del Divino Salvador –Castilleja de la Cuesta, P. de Santa Justa y Rufina, P. San Sebastián, P. San Isidro Labrador, P. de Ntra Sra del Mayor Dolor de Sevilla), participarán especialmente en representación de sus respectivos colectivos el Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla y cinco colegios pertenecientes a Escuelas Católicas de Sevilla. 

Animamos a todos a participar, El Espíritu sopla donde quiere, cordialmente.

Enrique Belloso Pérez                                                            
Delegado Diocesano de Apostolado Seglar                            
Archidiócesis de Sevilla

El Evangelio del domingo.

Ascensión del Señor
Domingo 20 de mayo de 2012

Evangelio según san Marcos 16, 15-20

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»
Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

Comentario:

El tiempo pascual va llegando a su fin. Ha sido una ocasión estupenda para vivir la experiencia del encuentro con Jesús resucitado. Ahora, porque su tiempo se ha cumplido, Jesús debe subir al Cielo para sentarse a la derecha de Dios Padre.
Nos deja un encargo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación». El encargo se hace a los Apóstoles y a sus sucesores: el Papa y los obispos, que estén en comunión con el Papa. Pero no sólo ellos, sino toda la Iglesia que ha nacido con este fin. Cualquier actividad del Cuerpo Místico dirigida a este fin recibe el nombre de apostolado, y se ejerce por medio de todos y cada uno de sus miembros, ninguno está excluido  ni puede excluirse de esa misión. Cada uno  ejercerá y vivirá esa misión de acuerdo con las circunstancias en las que se encuentra; todo bautizado es instrumento o vehículo de salvación para los demás hombres. Así lo expresa el Concilio Vaticano II: “se impone a todos los fieles cristianos la noble obligación de trabajar para que el mensaje divino de la salvación sea conocido y aceptado por todos los hombres de cualquier lugar de la tierra” (AA, n,3).
A continuación el  relato manifiesta como quienes crean serán testigos de los signos que acompañaran sus testimonios de fe: «echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos» pues esa es una manifestación de que el Mesías, el Salvador, está presente entre los hombres: es la demostración palpable de la verdad del cristianismo.
Los milagros siguen presente en la Iglesia. Son hechos que demuestran como Dios interviene en la historia de los hombres y la transforma. A través de los cristianos el demonio sale de los corazones, se entiende y habla la lengua de los hijos de Dios –el lenguaje de la fe y del amor-, se superan o evitan los ataques de los enemigos de la fe, se curan las enfermedades del alma…
«Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios» para prepararnos nuestro puesto en el Cielo (cfr. Apc 3,21) y enviar el Espíritu Santo a su Iglesia.
Toda la Iglesia está invitada a prepararse para la celebración de Pentecostés; esta puede ser una buena ocasión para descubrir y seguir con mas sinceridad la acción del Espíritu Santo en la propia alma. Si lo hacemos de manos de la Virgen, esposa de Dios Espíritu Santo, percibiremos horizontes insospechados en la vida nueva a la que hemos sido llamados a vivir.

Manuel Gordillo Cañas
Párroco de San Roque – Sevilla

Cabildo General Ordinario.

Hermandad Filial de Sevilla de la Virgen de la Sierra, 
Patrona de Cabra (Córdoba)
Parroquia de San Roque
Plaza de Carmen Benítez s/n
41.003 Sevilla
Por orden de Ntro. Hermano Mayor, se convoca al Cabildo General Ordinario, a celebrar en la Parroquia de San Roque el próximo 12 de junio a las 20,30 horas en primera convocatoria y a las 20,45 en segunda, con el siguiente
ORDEN DEL DÍA:
.- Rezo de Preces.
.- Lectura y aprobación, si procede, del acta anterior.
.- Estado de cuentas al 31 de diciembre de 2012 y Presupuesto 2012.
.- Cultos 2012.
.- Ruegos y preguntas.
.- Rezo de Preces por nuestros hermanos difuntos.
Lo que se comunica a efecto de obligada asistencia y puntualidad.
Firmado y rubricado por Ntro. Hno. D. Clemente Sánchez Flores, Secretario, y con el V. B. de Ntro. Hno. D. Javier Pérez - Aranda Fernández, Hermano Mayor.

Romería anual al Santuario de María Santísima de la Sierra en Cabra (Córdoba).


Romería anual al Santuario de 
María Santísima de la Sierra 
en Cabra (Córdoba)
Sábado 2 de junio de 2.012
Lugar de salida: Plaza de Tívoli (Amador de los Ríos) a las 8,30 horas.

Cultos a celebrar:
.- Ofrenda floral a María Santísima de la Sierra.
.- Santa Misa, cantada por el Coro de la Asunción y Ángeles de Cabra.
.- Santo Rosario.

Llegada a Sevilla: 21,00 horas aproximadamente.

Precio por persona incluyendo comida y autobús: 30 euros.
Teléfonos de reservas: 954940186 (Elisa de la Torre)
Fecha límite para reservas: 31 de mayo, jueves.

Se recuerda a todos los hermanos el deber y obligación de portar la medalla de la Hermandad.

Cruz de Mayo de la Hermandad de la Virgen de la Sierra.

CRUZ DE MAYO
HERMANDAD DE LA SIERRA


Viernes 18, Sábado 19 y Domingo 20 de mayo en la
c/ Artemisa nº 6
(próxima a la Iglesia de los Gitanos)


¡PORQUE POR TU SANTA CRUZ
REDIMISTE AL MUNDO!
* * *
Los beneficios irán destinados a sufragar parte de la
nueva Bandera, insignia de la Hermandad.

El Evangelio del domingo.


Domingo 6º de Pascua
Domingo 13 de mayo de 2012

Evangelio según san Juan 15, 9-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.
De modo que lo que pidáis el Padre en mi nombre os lo dé.
Esto os mando: que os améis unos a otros.»

Comentario:

Este pasaje del Evangelio es la continuación del que se nos entregaba el domingo pasado, el de “la vid y los sarmientos”.
Jesús nos invita a “permanecer en su amor” y nos indica la forma de hacerlo: guardar sus mandamientos, “lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”. Claro que existen los “mandamiento” y que no han perdido su vigencia. Esos “mandamientos” expresan la voluntad de Dios sobre la vida del hombre y señalan el camino que hay recorrer para alcanzar, con la ayuda del Espíritu de Dios, la santidad: meta de la vida del cristiano. Juan Pablo II al señalar lo que Dios espera de los fieles en el milenio que vamos recorriendo explicando el bautismo, se refería a la pregunta: “¿Qué pides a la Iglesia?” y a la respuesta a esa pregunta: “el bautismo”, comentando que esa respuesta equivale a decir: “quiero ser santo”, es decir, vivir el bautismo equivale a comprometerse a ser santo. Esa santidad la vive en cristiano tratando de vivir, en lo grande y en lo pequeño, la voluntad de Dios. “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando”, esa debe ser la norma de la vida del bautizado, ahí manifiesta su amor al Señor.
Ese comportamiento va modelando la moral del discípulo de Jesús, el que traduce el seguimiento propio de la vida cristiana. Es claro que el origen de la vida del cristiano está en la elección divina que nos incorpora a su vida por nuestra identificación con él. El cristianismo no es una simple moral, no es tampoco un moralismo, si es, sin embargo, un comportamiento moral de acuerdo con el programa de vida que plantea el Evangelio. Por eso añade Jesús: “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer” y nosotros tenemos la alegría de poderlo conocer en nuestro corazón para convertirlo en el sentido de nuestra vida.
“No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure”. La vocación cristiana ha partido de Dios: “soy yo quien os he elegido”, esa elección para llegar a su fin necesita nuestra respuesta, nuestras obras de acuerdo con lo que él pide, sin ese comportamiento –esa moral- no es posible la santidad ni la alegría de ser y vivir como hijos de Dios.
Acabamos de leer que el Señor espera frutos: “os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure”. Se trata de los frutos de santidad y de apostolado que el Señor espera de cada bautizado. ¿Están nuestras manos llenas de esos frutos, o nuestra vida es estéril, o no tan llena de los frutos que el Señor viene a buscar?

Manuel Gordillo Cañas
Párroco de San Roque – Sevilla

Otras imágenes de María Stma. de la Sierra.

El imaginero lucentino D. Pedro Antonio Fernández Valcárcel, devoto de Ntra. Sra. de la Sierra, nos remite fotografías de la ultima replica que ha realizado de Nuestra Señora (65 cm. de altura).
Así mismo nos da las gracias por extender, mediante nuestro blog, la devoción a María Santísima de la Sierra por tierras sevillanas.

http://escultor-imaginerovalcarcel.blogspot.com  
http://templario1977.skyrock.com


El Evangelio del domingo.


Domingo 5º de Pascua
Domingo 6 de mayo de 2012

Evangelio según san Juan 15,1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que deseéis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»

Comentario:

Este es uno de esos pasajes evangélicos que ninguna persona bautizada puede olvidar -nada del Evangelio se puede olvidar- nos dice : «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca». Jesús nos enseña que si queremos permanecer en la fe hay que permanecer unidos a él que es la vid verdadera. La unión vital con él está mantenida por los cuidados del Padre que es el que labra en nuestra alma la imagen de su Hijo. Si aun recibiendo los cuidados y desvelos del “labrador” no aparecen los frutos de santidad y apostolado el sarmiento será arrancado. Es el fracaso de quienes no saben –o no quieren- seguir a Jesús. Hay sólo un vínculo externo con Jesús, el corazón está lejos de él.
«… y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.» La fe viva ha de dar el fruto de las obras, es la fe “que actúa por la caridad” (Gal 5,6). Es decir hace falta participar de la vida de Cristo por la gracia y ponerse al servicio de su obra redentora. Por eso añade: «Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.»
Otra consecuencia: «… el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante»; no basta con “ir tirando”, el Señor no se contenta con una entrega a medias, es una entrega que se purifica con las contradicciones y las dificultades, con una verdadera entrega a través de la cruz de cada día y muy unidos a Jesús «porque sin mí no podéis hacer nada.» sólo desde “por él, con él y en él” alcanzamos los frutos que el “Labrador” espera obtener.
«Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.» La vida de unión con Dios se proyecta en beneficio de los demás; más aún si este beneficio no se produce es señal de que no hay unión con Dios y, por tanto, no hay sincera vida de santidad. Los frutos que se esperan no son sólo materiales sino también espirituales. La unión vital con Cristo produce la fecundidad apostólica, oímos de nuevo: «… el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante».
Cuando vamos recorriendo el Mes de Mayo, ofrecido a la Virgen en tantas manifestaciones de amor salidas del corazón, queremos resumir las reflexiones a las que nos conduce el Evangelio de hoy con estas palabras de San Agustín: “Los sarmientos de la vid son de lo más despreciables si no están unidos a la cepa; y de lo más noble si lo están (…) Si se cortan no sirven ni para el viñador ni para el carpintero. Para los sarmientos una de dos: o la vid o el fuego. Si no están en la vid van al fuego: para no ir al fuego, que estén unidos a la vid” (In Ioann. evang., 81,3).

Manuel Gordillo Cañas
Párroco de San Roque – Sevilla